El cálculo de la huella de carbono de un producto es la suma de todos los materiales, energía y residuos en todas sus actividades de ciclo de vida, multiplicado por factores de emisión y potenciales de calentamiento atmosférico (PCAs). La huella de carbono de la industria bananera se extiende por toda la cadena de valor, que se puede dividir en tres grandes pasos: producción y empaque, transporte terrestre y marítimo, y maduración (para los bananos exportados). Sin embargo, sólo el 15%–20% de la producción mundial de banano se comercializa a nivel mundial (los mayores países productores de banano, como la India o Brasil, exportan muy poco y mantienen la mayoría para el consumo interno).
La norma ISO 14064 sobre cuantificación de emisiones y absorción de gases de efecto invernadero representa un instrumento fundamental para la estimación de la huella de carbono en las empresas bananeras. Las normas ISO 14040 y 14044 sobre Evaluación del Ciclo de Vida (ACV) y Verificación de la huella de carbono PAS 2050 (publicada por la British Standards Institution) también proporcionan un marco reconocido para la huella de carbono y el análisis del ciclo de vida.
Sin embargo, los resultados pueden variar considerablemente dependiendo de la metodología elegida, el alcance y los límites, y porque cada estudio necesita ser ajustado a las condiciones locales y los factores de emisión. Por ejemplo, algunos estudios de la huella de carbono toman en cuenta los pasos del cambio de uso de la tierra, del transporte al consumidor y del desperdicio en el alcance del cálculo. Dentro del campo en evolución de la huella de carbono, las metodologías de cálculo son múltiples y están todavía en construcción para adaptarse a las crecientes expectativas.
A pesar de que los bananos son un producto importante, sólo se han publicado pocos análisis de huella de carbono y los resultados han variado según la metodología y los datos: de 324g a 1124kg de CO2e/kg de bananos.
A pesar de que definieron diferentes alcances, los estudios de la huella de carbono del banano han identificado el transporte marítimo (incluyendo refrigerantes) como el principal contribuyente a la huella de carbono de la cadena de suministro del banano, seguido por la fabricación y uso de fertilizantes y la fabricación y preparación de cajas de cartón en estaciones de empaque.
